miércoles, 8 de noviembre de 2017

VOLCÁN CHILES

Volcán Chiles
Foto: Carlos Flórez

Cima de Volcán Chiles
Foto: Carlos Flórez    
Cristales de Hielo
Foto: Bibiana Escobar
Con rocas húmedas y apiladas el piso se vuelve inestable, la brisa golpea la montaña formando picos de hielo que en las piedras sobresalen y crecen como finos cristales, el frío congela hasta el aliento, muchas figuras rodean el paisaje, todas sometidas a los cambios caprichosos de la naturaleza, es un terreno muy agreste y cada vez falta más oxígeno, luego las nubes rozan la montaña y en otras ocasiones la cubren totalmente tan solo dejando observar las siluetas gigantes de piedra, la luz escasamente pretende atravesar la espesa neblina, así es otro rincón del basto mundo, un espectáculo volcánico.

Se trata de la Cumbre del Volcán Chiles, ubicado en el Nudo de los Pastos, frontera entre Colombia y Ecuador a 4.723 m.s.n.m. donde los sonidos del viento desde el pie de la montaña ya advierten que será una experiencia difícil en el trayecto, pero recompensada por la explosión en la diversidad de paisaje, la satisfacción de contemplar cada forma en las plantas en el páramo, los nacimientos sagrados del agua, la fortuna de  ver el vuelo majestuoso del cóndor; con cada paso se deja atrás el ambiente de alfombras verdes de las plantas para pasar al suelo rocoso y con ello la dificultad aumenta, pero al final, todo vale el esfuerzo, la inmensidad a unos cuantos pasos.


Frailejón 
Foto: Carlos Flórez
Es un evento que inició desde la ciudad de Pasto con un grupo muy bueno de amigos aventureros a quienes agradezco esa muy buena compañía: Ángela Gonzales, Bibiana Escobar, Carlos Gonzales y Jaime Román Narváez. Partiendo aproximadamente a las 2 a.m., después de un recorrido en bus que nos condujo por la vía al sur y después de pasar por el Municipio de Cumbal, llegamos a un camino frontera con Ecuador, una ruta destapada donde el paisaje comienza a cambiar, se observó llamas a los costados del camino, después el paisaje blanco de colinas cubiertas de frailejones donde se observa aves propias del paisaje andino, gavilanes sobrevolando y los cóndores también nos dieron la bienvenida.




Nacimientos de agua
Foto: Carlos Flórez
A las 8 a.m. inició nuestro recorrido al pié de la montaña, observando pequeños lagos y la imponencia del volcán seguimos el sendero establecido por el guía, una persona de la localidad del municipio del Cumbal que se fue con el primer grupo de personas, adelante también nuestro amigo Jaime, mientras en mitad de camino avanzábamos con mucha confianza al principio, pero pronto la montaña se vuelve el gran reto no solo físico, sino que también desafía nuestra propia voluntad de alcanzar la cumbre.





Sendero a la Cima V. Chiles
Foto: Carlos Flórez

El recorrido inicia tranquilo, pero llegan las subidas con mucha inclinación y llenos de piedras que cada vez se vuelven más inestables, pronto la vegetación termina y a mitad de camino no solo perdemos de vista al primer grupo sino que también nuestras energías parecen irse reduciendo. Hay un punto en particular, que se trata de un muro en roca frágil que traté de subir escalando sin percatarme de que existía otro camino con algo menos de riesgo, sin embargo, no sabíamos que eso solo era el principio de aquel desafío.

Más tarde y con el grupo dividido, alcanzamos con la mirada al primer grupo, sin embargo se encuentran al otro lado de la montaña, no existe un sendero definido, sino rocas salientes donde parece jugar mucho la suerte en cada paso, algunas caen y se parten al chocar unas con otras en su recorrido, causando además de un fuerte ruido y ecos, el más absoluto respeto por la inmensidad de la montaña.

Dificultad del ascenso
Foto: Carlos Flórez
Finalmente alcanzamos al grupo, pero sin aliento hacemos los últimos esfuerzos por llegar, con ayuda del guía se logra el objetivo y ahí lo más grandioso, el haber llegado, alcanzar esa cumbre que ya parecía eterna, pero es espectacular, más cuando admirábamos el alcanzar la cima, ya era hora de volver, pero no por el mismo camino, además nadie pretendía regresar por el mismo camino tan accidentado, al contrario, se anunció que existe otra alternativa, pero entre querer admirar un poco más la cima, el grupo se va y quedamos solos para intentar descubrir el camino seguro de regreso.

Descenso accidentado
Foto: Carlos Flórez
Un descenso aún más accidentado que la misma subida, si considerábamos que subir fue un gran logro, el regreso se convirtió incluso en un verdadero milagro, pues entre el susto de piedras que casi acaban con toda la aventura, caídas y el cansancio, finalmente se logra llegar al punto de inicio y siendo aproximadamente las tres de la tarde emprendemos nuestro regreso a casa.

Concluyendo así, se trata de un evento de mucha aventura, que requiere mucha exigencia física, un desafío que requiere respaldo y conocimiento de personas expertas en esta clase de actividades; para nosotros, un evento que se ha convertido en algo para mantener en la memoria y compartir, por la belleza de los paisajes que se pueden admirar, por la calidad de la gente y la gran amistad que conseguimos afianzar, por las cosas que se deben aprender también y por el buen momento que jamás se olvidará.


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