Pasto Nocturno - Desde Corregimiento Obonuco
Foto Carlos Flórez
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Pasto, Municipio y capital del departamento de Nariño, ubicada al sur occidente de Colombia, zona fronteriza con Ecuador. Un valle donde reposa el vigilante y siempre imponente volcán Galeras, lugar entre cumbres como murallas inexpugnables, de diversidad de productos, entre caminos que antaño fueran una desafiante travesía, un sitio que se descubre sorpresivamente en su entrada desplegando una población valiente que resurge siempre ante las dificultades sociales e históricas; hoy ciudad y campo, dos caras del municipio que conservan grandes historias, huellas de hazañas, de hechos, de personajes que marcan la identidad del pueblo pastense.
Pasto, por una parte ciudad, conformada por 12 comunas, un espacio urbano donde converge la población, actividades comerciales, culturales, deportivas, institucionales, entre otras; a su alrededor salidas, caminos que dan por destino múltiples poblaciones rurales, en total diecisiete corregimientos, cada uno con sus particularidades pero también unidos por la identidad que nace del hecho de pertenecer a una misma región y su historia.
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Casa en Corregimiento Cabrera
Foto: Carlos Flórez
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Particularmente hablando sobre el corregimiento, es una división territorial del municipio que corresponde a una zona rural determinada y a su vez el corregimiento se encuentra dividido en veredas, justo es la zona de gran potencial turístico aún en desarrollo para el municipio; en Pasto, los corregimientos son: por el norte Morasurco y La Caldera; hacia el oriente se encuentran Buesaquillo, Cabrera, San Fernando, La Laguna, El Encano, Mocondino y Jamondino; hacia el sur Catambuco, Santa Barbara, El Socorro; y hacia el occidente los Corregimientos de Gualmatán, Jongovito, Obonuco, Mapachico y Genoy.
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Via Corregimiento El Socorro
Foto: Carlos Flórez
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Los anteriores, lugares con sus propios senderos, caminos que conducirán a narradores de leyendas, observadores y constructores de sus realidades, en Pasto la gente vive y se proyecta con participación, así como los árboles se dan paso en medio de los bosques, así se puede encontrar actividades que conservan su lugar en el colectivo porque claramente el pueblo se reconoce y se siente orgulloso de transmitir un cuento que precisamente hace de su población una comunidad unida y que no le teme a las adversidades y se goza la vida sin considerar diferencia alguna de clases sociales, raza o religión.